17- New York New York

¡Hola hola! Después de muchos días con mucho movimiento (viaje a Nueva York, Washington y en 3 días Miami) ¡por fin tengo unos minutos para explicar mi experiencia en Nueva York y su famoso Maratón!
Voy a empezar la entrada haciendo dos preguntas. Primera:
¿Has corrido alguna vez alguna carrera de cualquier distancia?
En caso afirmativo: ¿Te has sentido animado por el público? Supongo que sí, pero como en todas las carreras, eso ocurre al principio, en algunos puntos en concreto, y al final.
Pues bien...
¿Te imaginas correr durante 42 kilometros con este ambientazo?
Sí, así es el maratón de Nueva York.

Para no mentir, no fueron los 42 kilómetros, ya que el público no podía animar desde los diferentes puentes del recorrido por seguridad. Quitando unos 6/7 km que había entre los 5 puentes, los otros 35 km te sentías arropado y llevado por la gente.
Había escuchado y leído mucho sobre el maratón de NY, pero realmente no me hacía a la idea de lo que realmente era.

Pero volvamos 24 horas atrás:
Mi vuelo a Nueva York salía a las 6 de la madrugada desde Chicago el día previo al maratón. A las 3:30 me metía dentro de un Uber en dirección al aeropuerto en un viaje de unos 30 minutos. Después de hacerme amigo del conductor y de entablar conversación sobre las armas y atentados en EEUU (Nueva York acababa de sufrir uno), me confesó que él llevaba siempre un arma en el coche por seguridad, y que es legal. Le pregunté: ¿TIENES UN ARMA AQUÍ DENTRO? Y me dijo, sí, pero afortunadamente nunca la he utilizado. Me quedé con la boca abierta, yo en España lo más peligroso que he llevado en mi coche durante 12 años conduciendo ha sido mi stick de hockey. En fin, tendré que dejar de sorprenderme con estos temas, pero poco a poco.
Tras 1 hora 45' de vuelo y muchas turbulencias, llego a La Guardia, unos de los aeropuertos de Nueva York.

En el autobús y metro hacia Manhattan me encuentro con una chica española que vive en Chicago y que trabaja de Au Pair, me explica que viaja a Nueva York para ser voluntaria del maratón repartiendo medallas en meta. En total, 12000 voluntarios hicieron que la mejor carrera del mundo fuera la mejor carrera del mundo. 
Después de dejar la maleta en casa de la neoyorquina Patri, fuimos a recoger el dorsal que previamente había comprado por internet al japonés Naoto Numakura. Nos vimos en la expo-maratón, le pagué los 500$, nos hicimos una foto y cada uno se fue por su lado. El resto de la tarde, nos dedicamos a hacer algo de turismo por la capital del mundo:


Biblioteca pública de Nueva York, donde se han rodado cientos de películas. 


Puente Brooklyn
Hay una historia muy trágica pero increíblemente curiosa sobre este puente:
En el año 1883, durante el Memorial Day de Estados Unidos, a una mujer se le enganchó el tacón en el puente y empezó a gritar, provocando una estampida de gente que pensaba que el puente se estaba derrumbando y en la que murieron 12 personas aplastadas. Este hecho hizo que la gente desconfiara del puente, hasta que el ayuntamiento decidió llevar a 21 elefantes a caminar por el puente para que la gente viera que era totalmente seguro. Increíble, pero totalmente cierto.

Top of the rock. Uno de los rascacielos más emblemáticos de Estados Unidos en la que se hizo una de las fotos más famosas en la historia de la fotografía:
La foto es de los años 30, cuando se construyó el edificio.

Después de varios kilómetros andando, nos fuimos a casa. Cena sana y rica en carbohidratos y a dormir.

4:30 de la madrugada del domingo 5 de noviembre, alarma, desayuno fuerte y salgo de casa. Tengo unos 15 minutos andando hasta el punto de quedada con mis compañeros de maratón (Jordi y Xevi), dos catalanes veteranos en correr maratones. A las 5 nos dirigimos hacia la biblioteca pública, lugar donde casi 40.000 corredores salen en autobús hacia Staten Island (un barrio de Nueva York). Durante los 20 minutos que tardamos en llegar al punto de encuentro, todas las avenidas estaban colapsadas por autobuses vacíos que se dirigían a la biblioteca para recoger a los corredores. En total, más de 1000 autobuses para llevar a todos los corredores desde 3 puntos distintos de Nueva York. No hay otra forma de llegar a la salida. La cola para coger el autobús era de 3 manzanas, pero la verdad es que iba muy rápida. 
Dos horas después y tras pedirle al conductor del autobús que parase 1 minuto porque me iba a explotar la vejiga, llegamos a Staten Island. Son las 8 de la mañana y aún faltan casi 2 horas para que empiece el maratón. 
Pero yo todavía tenía un problema que solucionar, y es que el dorsal que había comprado tenía asignado el cajón C de la segunda salida (media hora más tarde que mis compañeros, ya que salían desde el cajón A en la primera salida). Ese cajón se le asignó al dueño del dorsal al introducir la marca que esperaba hacer (4h30').

A la hora de entrar al cajón correspondiente, era imposible pasar desapercibido porque había mucha seguridad, así que ahí voy yo, con toda mi cara y me invento la siguiente historia para que me dejen entrar al cajón junto a mis compañeros: "Verás, es que en un principio iba a correr con mi mujer, por eso puse que mi tiempo estimado iba a ser de 4horas y media, pero como finalmente mi mujer se ha lesionado y no va a poder correr, quiero correr con mis amigos en el cajón A y en la primera salida. 
El chico de seguridad me contesta: Sé que todos tenéis problemas, pero imagina que cada persona del cajón C me dice lo mismo, no cabríais aquí, así que no te puedo dejar pasar. Así que me quedé en la puerta sin poder entrar, pero yo no me iba a rendir tan fácilmente. Les dije a Jordi y Xevi que entraran y ya me apañaría. No quería correr solo en el cajón C, ahí iban los lentos, 4 horas y media?? yo?? Ni pensarlo!!! Así que mientras pensaba en la fórmula para entrar en el cajón, vi que cambió el seguridad y se puso una chica, latina. Esta era mi oportunidad. Me volví a inventar la misma historia, esta vez contada en español. Me la llevé a mi terreno, le hablé de sueños y bla bla bla bla. 3 minutos más tarde me dice: Si traes a tus dos amigos aquí y me enseñan su dorsal, te dejaré pasar. Dicho y hecho, antes incluso de que pudiera llamarles, veo que Xevi sale del cajón porque quería comer algo. Le acompañé, y al volver, le dije a la chica de seguridad: ¡Aquí está mi amigo! Y entramos los dos en el cajón A de la primera salida. Como los profesionales. Como lo que somos. O no.
A las 9:53 empieza el 48º maratón de Nueva York, pero no lo voy a explicar con palabras porque sería inútil, para algo he hecho este vídeo del momento.

Ahí va una lista con curiosidades y vivencias durante esas 3 horas y 25 minutos que tardé en recorrer los 42 kilómetros.

  1. Cuando entramos en el cajón, recibíamos instrucciones por megafonía en 4 o 5 idiomas distintos, y es que en Nueva York corre gente de más de 100 nacionalidades diferentes. Además, no existe el guardarropa, toda la ropa que te sobra la tiras a unos contenedores que hay en los cajones y se dona a los más necesitados.

  2. Cada pocos kilómetros, como es habitual en cualquier maratón, teníamos avituallamiento de agua e isotónica. Pero lo que me sorprendió, fue ver a la gente de la calle ofreciendo fruta que acababan de comprar en el super. Algunos llevaban cajones de fruta para ofrecer a los corredores, nunca antes lo había visto!
  3. ¿Recuerdas esta famosa foto? 
    Es Kathrine Switzer, la primera mujer en correr un maratón con dorsal en 1967, en Boston, como no. El caso es que entonces las mujeres tenían prohibido participar en este tipo de pruebas, y algunos jueces del maratón intentaron sacarla del recorrido, pero gracias a algunos corredores y a su novio que corría con ella, se convirtió en la primera mujer del mundo en acabar un maratón en 4horas y 20'.
    Pues bien, esta mujer, a sus 70 años, ¡corrió también el maratón de Nueva York! Menuda superwoman!
  4. Para correr en Nueva York, hay dos tipos de inscripciones. Si tienes una buena marca que lo acredite, o si no.
    Yo debería haber acreditado sub 2h 53' para correr en Nueva York con la inscripción garantizada. Obviamente no tengo esa marca, pero casi. La otra forma para inscribirse, es entrando en el sorteo en el cual solo consiguen inscribirse 1/4 de las personas. Mis compañeros de maratón se inscribieron con marca garantizada, por eso estaban tan adelantados en los cajones. Ellos llevaban 2 años para conseguir inscribirse (1 año para acreditar marca y otro año para la inscripción). Yo tuve suerte y me enteré que iba a correr en NY 3 semanas antes.
  5. Durante los 42 km vimos más de 200 banderas españolas animando, así como asturianas, catalanas etc... Mis compañeros llevaban una braga con la estelada catalana, y mi agradable sorpresa fue cuando todas, absolutamente todas las personas con banderas españolas nos animaban como si fuera lo último que hicieran. ¡Incluso en catalán! "Vamos Cataluña" o "Vinga catalaaaaaans" fueron algunos de los ánimos que escuché. El deporte no entiende de política, como debe ser, y como debería ser siempre. En este vídeo aparece algunos de esos momentos.

  6. Nuestra posición de llegada fue la 3.454 de los 50.766 finishers. El último lo completó en más de 8 horas, ya que hizo los 42 km andando. ¿Qué opinas? En Castellón el tiempo límite son 5 horas y media.
  7. Cuando acabas un maratón, normalmente encuentras un photocall para hacerte la foto de llegada (en el maratón de Castellón había 1), pues bien, en Nueva York, al llegar encuentras 40 photocalls para poder dar abasto a todos los corredores.
  8. Cuando llegamos a Central Park, nos pusimos muy contentos porque pensábamos que ya llegamos, pero claro, Central Park tiene 10 km de diámetro y todavía nos faltaban 6 km para llegar. Esta es la cara de KO que se le queda a uno en el km 40 después de llevar 5 km por Central Park: 
  9. Es tan grande Central Park, que en la app de seguimiento del maratón, además de aparecer tus parciales cada 5 km, aparecía también tu hora de salida de Central Park (Park Exit) una vez finalizado el maratón, ¡y con razón! Estuvimos andando casi 3 km para salir!!!!
¡Y hasta aquí la lista!
Al día siguiente, estuve haciendo algo de turismo pero muy suave, ya que el cansancio se notaba. Por la noche vuelta a Chicago, con la aerolínea Spirit. Por cierto, me gustó la manera en la que nos explicaron aquello de las salidas de emergencias. Dijeron por megafonía algo así:
Señores pasajeros, acabamos de encontrar una cartera con muchos billetes, por favor, comprobad si tenéis la vuestra en vuestros bolsillos, gracias. Cuando pasaron 3 segundos, y mientras todo el mundo estaba buscando su cartera en los bolsillos, dijeron: Solo era una broma, pero ahora que ya tenemos vuestra atención escucharán las instrucciones de seguridad. Y todo el avión empezó a reír.

¡Y hasta aquí la entrada de hoy! ¡Espero que os haya gustado! En unos días subiré la entrada de Washington D.C., un viaje de 3 días con mis dos amigos castellonenses. Pronto vídeo y entrada!

Por cierto, el 14 de noviembre hizo 3 meses desde que llegué, se me ha pasado volando el tiempo. Solo queda 1 mes y 1 semana para volver a casa por navidad. 😃😃😃




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