07- Viaje a Canadá en el puente "Labor Day" y ¡parada de la policía!
Lo bueno de ser profesor visitante en Chicago es que aprovechas cualquier puente para viajar. El 4 de septiembre es festivo en EEUU (Labor Day, o Día del Trabajador). Días previos, y en pocas horas, organizamos un viaje a Canadá de 2000 km en coche y 14 profesores visitantes con dos claros objetivos: visitar la ciudad de Toronto y las famosísimas Cataratas del Niágara. Para ello, cruzamos la frontera con Canadá y 6 estados de U.S.A. (Illinois, Indiana, Michigan, Nueva York, Pensilvania y Ohio). Además, y para no repetir itinerario a la vuelta, fuimos por Canadá y volvimos por Estados Unidos desde las Cataratas.
Salimos el viernes 1 de septiembre sobre las 20:00 tras varios imprevistos y un olvido de pasaporte llevando casi una hora de camino (nos debes una cena Fernando) para hacer noche en la ciudad de Lansing (estado de Michigan) después de 4 horas de camino. Al día siguiente, por la mañana cruzamos la frontera con Canadá, unos 30 minutos para poder entrar con las típicas preguntas: ¿Lleváis armas? ¿Tabaco? ¿Dónde vais? ¿Por cuánto tiempo? ¿Dónde vivís?...Hasta ahí todo ok, pero para que veáis que lo tienen todo controlado, nos llegaron a preguntar: ¿Por qué el coche alquilado que lleváis no lo habéis alquilado en Chicago? y les tuvimos que explicar que nos venía de paso otra ciudad para compartir el coche entre todos los profesores visitantes. En total, viajamos 14, de todos los rincones de España, pero todos trabajando y viviendo en Illinois.
Una vez entras en Canadá, lo cierto es que te encuentras como en casa, y te preguntarás ¿por qué?. Pues por la simple tontería de volver a ver las señales de tráfico en kilómetros/hora, por ejemplo. Estoy cansado de convertir yardas en metros, pies en metros, millas en kilómetros, grados fahrenheit a grados celsius, onzas y libras en kilos etc etc... Además, en Canadá conducen siempre por el carril de la derecha, a no ser que quieras adelantar (como en toda Europa), pero en EEUU no existe normativa alguna y los coches van por cualquier carril independientemente de la velocidad.
Después de casi 1000 kilómetros y de haber escuchado unas 3 o 4 veces la canción de Despacito en la radio, llegamos al hotel de Toronto y nos fuimos de turismo por el centro. Es una ciudad relativamente parecida a Chicago, con sus rascacielos y el lago. Pero da la sensación como de más seguridad y algo más limpia. Me llamó la atención ver un parque acuático como Aquarama, pero "indoor" ya que el verano debe ser muy corto y no saldrá a cuenta tenerlo en el exterior, de hecho, el 2 de septiembre estábamos a 15 grados, una temperatura muy baja en comparación con Castellón.
Lo más impresionante fue la CN Tower, el edificio más alto de Canadá con 554 metros de altura, aunque la última planta tiene 446 metros.
Los 14 profesores visitantes posando para la foto a 446 metros de altura.
Foto con mi compañera de piso en el centro de Toronto.
Por la noche, fuimos a tomar algo a un "Rooftop", están muy de moda en Chicago también. Es como una terraza/pub/disco pero en la terraza de un edificio. Este concretamente era la planta número 20 y se veía todo el skyline de Toronto. Fue espectacular.
Al día siguiente, desayuno en una cafetería muy típica en Canadá y mucho más barata y buena que Starbucks (Tim Hortons) y camino hacia las Cataratas del Niágara.
Las había visto en mil sitios, películas, fotos, reportajes, más películas.... pero no tiene nada que ver, nada más llegar allí te quedas con la boca abierta de ver 64 metros de caída libre y un caudal de más de 110 millones de litros de agua por segundo. Son realmente espectaculares.
Teníamos un minicrucero contratado de 40 minutos que nos llevaba al mismísimo centro de las Cataratas.
Mi amiga Luna y yo, los únicos profesores visitantes en Illinois de Castellón, disfrutando de la lluvia!
Le llaman Cataratas del Niágara porque está junto a la ciudad de Niágara, de unos 85000 habitantes. Yo le hubiera llamado: "Festival del Agua". ¡Madre mía! ¡Menuda chopada! Por suerte no hacía nada de frío ¡y lo disfrutamos muchísimo! La fuerza del agua al caer produce una lluvia constante que te moja de arriba a abajo.
Adjunto vídeo para intentar demostrar lo que se siente desde el barco:
Las Cataratas son la frontera entre Estados Unidos y Canadá, son bonitas desde los dos sitios, desde EEUU ves la caída in situ (foto) y desde Canadá las ves desde lejos y son más bonitas, aunque también las ves muy cerca de la cascada.
Foto desde Canadá.
Como dato curioso, saber que las Cataratas sufren un alto grado de erosión, y cada año, la caída se adelanta un metro. Hace 12 mil años cuando las descubrieron, las Cataratas estaban a 12 kilómetros de donde están actualmente.
Algo que no me gustó de las Cataratas, es que yo me imaginaba un parque nacional muy protegido y alejado de construcciones, pues no, eso es lo que se ve en las fotos, pero fijaos en esta foto que hice desde la parte alta. Hay un skyline que, aunque muy bonito, rompe totalmente con la idea de parque natural.
Después de un largo día con comida incluída en el Hard Rock Cafe de Niágara Falls, cruzamos de nuevo la frontera y condujimos otras 4 horas para dormir en Cleveland, estado de Ohio, pero antes de llegar, tuvimos la mejor anécdota del viaje, nuestra primera parada de la policía estatal. ¡INCREÍBLE!
Era la 1 de la madrugada, poco tráfico, conducía Luna, la velocidad máxima de la interestatal era de 65 millas por hora (105km/h), pero la carretera tenía 3 carriles y se podía ir perfectamente a 84 millas por hora (135km/h). De repente, vemos unas luces de policía detrás del coche, al principio pensamos que no era por nosotros, pero cuando el coche de policía se pegó a nuestro coche con el intermitente hacia la derecha, pensamos que debíamos parar en el arcén, y eso hicimos, el coche era parecido a este:
Luna, sin separar las manos del volante, esperó a que el policía, cual película americana, se acercara andando para pedir que bajáramos la ventanilla. Le pidió documentación mientras mascaba chicle como buen policía americano, por supuesto lo teníamos todo en regla, y tras 5 minutos de espera mientras comprobó la documentación en su coche, volvió y le preguntó a nuestra nerviosa pero feliz conductora: "¿Sabe por qué le he parado?" Luna lo sabía, perfectamente, al igual que los otros 3 acompañantes del coche que veíamos cómo minutos antes estaba adelantando a decenas de coches mientras ella decía "Creo que voy muy rápida". Pero Luna contestó: "No, ¿qué he hecho?" El agente nos explicó que íbamos a 84 millas por hora en una carretera de 65, nos dijo: "La multa es muy cara, no deberíais ir tan rápido, os voy a dejar pasar, pero por favor, no volváis a hacerlo, 65 son 65, no más". Se nos iluminaron los ojos, le dimos las gracias al policía y continuamos nuestra marcha, eso sí, a 65 millas por hora. Puede que no nos multara porque le dijimos que eramos teachers, y aquí estamos muy pero que muy bien vistos, o puede que al ser la primera "detención", no haya multa (eso nos dijeron los veteranos de Chicago, que el primer exceso de velocidad, nunca multan). En cualquier caso, nos nos multaron. De hecho, fue una experiencia muy divertida. Es más, de lo único que nos arrepentimos fue de no haber grabado todo con la GoPro. De hecho, pensamos en volver a exceder el límite de velocidad, para que nos volvieran a parar y así poder registrarlo en vídeo para siempre, pero no, no lo hicimos.
Al llegar al hotel, descansamos unas horas, y el lunes 4 de septiembre volvimos a Chicago, con mucho cansancio acumulado, pero con una experiencia inolvidable. Antes de llegar a la Windy City paramos en un área de servicio, pero no como las de España no, en estas áreas de servicio hay Mc Donalds, Burger King o Subway entre otras. Y nos hicimos esta foto con 4 camiones americanos de la marca Peterbilt (la típica forma de las cabinas de camión americanas).
¡Espero que os haya gustado la entrada! En la próxima, hablaré de mis dos primeras semanas con niños en la escuela Posen Elementary School.
Hasta pronto lectores!
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